Escribe Estatales en Marcha
El 24 de octubre se llevaron adelante las elecciones de Junta Interna y cuerpo de delegadas y delegados de ATE en el Ministerio de Economía. Con una muy importante participación, las y los trabajadores del Ministerio volvieron a elegir a la Lista 22-Unidad y Lucha para seguir construyendo un ATE Mecon para enfrentar al brutal ajuste de Milei y Caputo al servicio del FMI.
La lista 22-Unidad y Lucha es un frente de las agrupaciones combativas y de izquierda del Ministerio que junto a un gran número de activistas independientes hace once años recuperamos la Junta Interna y el Cuerpo de Delegados para ponerlo al servicio de la pelea por las reivindicaciones de las y los trabajadores. Izquierda Socialista y Estatales en Marcha han sido parte fundamental desde el inicio de la conformación de este frente que, una vez más, llevó como candidato a delegado general a nuestro compañero Pablo Almeida. La compañera Lorena Itabel de la lista Marrón PTS fue electa delegada general adjunta, Eduardo Viceiro de Tribuna Estatal PO como delegado gremial y Demián García de la Blanca Violeta Granate como delegado de actas.
La participación de 280 votantes donde se destacan más de un centenar de compañeras y compañeros que aún no se han afiliado marca el reconocimiento que tiene esta junta interna combativa. Y a su vez da cuenta de la necesidad de organizarnos para enfrentar la motosierra del ultraderechista Milei. El voto a nuestra lista, es la respuesta de un número creciente de trabajadoras y trabajadores que ven que es imprescindible enfrentar los despidos, la miseria salarial y los ataques de los que estamos siendo objeto las y los estatales.
El gobierno sigue decidido a avanzar con el ajuste y la “deep” (profundo) motosierra que anunció Sturzeneger. Siguen los cierres de organismos, las amenazas de despidos y la pretensión de tomar examen a quienes tienen modalidades de contratación precarias por más que llevan décadas ejerciendo sus tareas. Las conducciones burocráticas de los sindicatos hacen la “plancha” como es el caso de Andrés Rodríguez de UPCN o hacen como que luchan sin preparar en forma decidida una sola medida como es el caso de la conducción de Aguiar en ATE nacional o de Catalano en ATE Capital. El apoyo recibido por una conducción combativa como la de ATE Mecon tiene que ser un punto de apoyo para apalancar la unidad de todas las juntas internas, delegadas, delegados y activistas combativos para imponer un plan de lucha unificado de las y los estatales que pelee de verdad para derrotar la motosierra.
Escribe Pablo Almeida, delegado general ATE Ministerio de Economía y legislador electo CABA por Izquierda Socialista/FIT Unidad
El viernes 4 el gobierno ultraderechista de Milei comenzó una ofensiva sobre el Hospital Bonaparte. La rápida respuesta de sus trabajadoras y trabajadores con ocupación y permanencia y la inmensa solidaridad popular lograron revertir la intención del gobierno de avanzar hasta el cierre del organismo. Un primer triunfo que tonifica fuertemente todas las luchas en curso, fundamentalmente en la salud.
Las y los trabajadores de salud y residentes del Hospital Nacional Laura Bonaparte le torcieron el brazo al gobierno de Javier Milei y su política de motosierra contra la salud pública. El recién asumido ministro de salud Mario Lugones decretó el cierre de la guardia, de la internación y el traslado de las y los pacientes a otros lugares, apuntando al cierre del Hospital, ya que “la salud pública no es rentable”.
Inmediatamente las y los trabajadores del Bonaparte se autoconvocaron en asamblea y decidieron la ocupación del hospital para evitar el traslado de las y los pacientes lo que iniciaba el vaciamiento. Y convocaron a la más amplia solidaridad y coordinación con los demás trabajadores de la salud.
Esta solidaridad no se hizo esperar y miles de jóvenes, trabajadores, artistas, delegaciones de otros hospitales (como el Garrahan que se encuentra en lucha por el salario), estatales, ferroviarios, docentes, dirigentes políticos, del sindicalismo combativo y sociales, rodearon el hospital y le hicieron el aguante a la lucha.
En apoyo al único hospital nacional especializado en Salud Mental, adicciones y consumos problemáticos se realizaron abrazos, festivales solidarios, reuniones de apoyo con más de doscientas organizaciones y una enorme marcha a Plaza de Mayo junto a trabajadoras y trabajadores del Hospital Garrahan y residentes de CABA, provincia de Buenos Aires y Nación.
Tal fue la magnitud de la solidaridad y la firmeza de las y los trabajadores del Bonaparte, que en pocos días el gobierno tuvo que retroceder y anunciar que el Bonaparte no cerraba, se mantenían las prestaciones y no se iba a despedir a nadie. Ahora siguen alertas para que se cumpla lo anunciado, que se retomen las internaciones y lograr que la anunciada reestructuración ni el desfinanciamiento no impliquen un achicamiento. Otra nueva luz de alarma se prendió los últimos días con las declaraciones gubernamentales que apuntan a la provincialización de los hospitales nacionales.
Pero aun con estas amenazas en el horizonte tenemos que remarcar que mantener el Bonaparte abierto es un gran triunfo de la lucha de los trabajadores de salud y un ejemplo a seguir para todas las luchas: asambleas, unidad de todo el hospital, coordinación con otros sectores en lucha y la más amplia solidaridad. Y por supuesto una lucha decidida y sin titubeos. El Bonaparte es la primera dependencia del Estado nacional donde frente a la amenaza de cierre se respondió espontáneamente con una toma. Solo así se logra que este gobierno ultraderechista retroceda con su motosierra.
Hay que seguir exigiendo a la CGT que rompa la tregua con el gobierno y junto a las CTA llamen a un paro y plan de lucha para derrotar al plan de Milei contra la salud y el hospital público.
Escribe Pablo Almeida, delegado general ATE Ministerio de Economía
El Gobierno nacional publicó el decreto 847/2024 que reglamenta el capítulo de la reforma laboral de la Ley Bases. El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, calificó esta reglamentación como “el cambio más importante en las relaciones laborales en años”. Seguramente no se equivoque. Sólo le faltó agregar que esta reglamentación, negociada con las direcciones burocráticas de la CGT, constituye un enorme retroceso para los derechos de trabajadoras y trabajadores en nuestro país.
En primer lugar, bajo el pomposo nombre de “programa de regularización de empleo no registrado con perdón de deudas” se esconde lisa y llanamente un enorme guiño a las patronales que han violado todas las legislaciones laborales vigentes. Establece que “se les perdonará una parte significativa de las deudas que tienen con el Estado por no haber pagado los aportes correspondientes. El porcentaje de deuda perdonada varía según el tamaño de la empresa: las más pequeñas y las organizaciones sin fines de lucro recibirán un perdón del 90%, las medianas del 80%, y las más grandes del 70%”, según publicó chequeado.com.
El segundo punto concreta una vieja pretensión del poder económico local: que se destruya el esquema actual de indemnizaciones laborales. Y habilita su reemplazo con el llamado “Sistema de Cese Laboral”. Con este sistema la reglamentación va mucho más allá de habilitar el reemplazo del viejo sistema de la Ley de Contrato de Trabajo por algo similar a lo que hoy existe en aquellos sectores como la construcción. A partir de ahora el monto, plazos y modalidades de las indemnizaciones por despido dependerán de lo que se negocie en el convenio colectivo. Incluso lo que dispongan los convenios será optativo para los empleadores. Un tremendo avasallamiento a los derechos de la clase trabajadora, estableciendo que el régimen de indemnización por despido pasa a depender de la negociación colectiva sin ningún piso mínimo y permitiendo incluso que seamos los propios trabajadores y trabajadoras los que vayamos a lo largo del tiempo aportando para nuestra futura indemnización.
El tercer gran ítem de la reforma laboral es la extensión en la regulación del período de prueba laboral. Esta nueva normativa amplía dicho período pasando de los anteriores tres meses a seis. Además, la Ley contempla disposiciones especiales para las pequeñas y medianas empresas, permitiéndoles extender aún más este período en el que cualquier trabajador o trabajadora puede ser despedido sin causa y sin resarcimiento alguno hasta un año.
Todos estos avances contra nuestros derechos no dejan otra alternativa que salir a romper la tregua que las direcciones burocráticas vienen imponiendo y poner en pie un plan de lucha unificado para terminar con este avasallamiento a nuestros derechos.
Escribe Pablo Almeida, delegado general de ATE-Mecom
¿Por qué Milei consiguió imponer el veto a pesar del enorme repudio popular? ¿Por qué tuvo éxito la maniobra de las y los diputados “tránsfugas”?
Una parte muy importante de la respuesta está en la tregua cómplice de la burocracia de la CGT, que no llamó a retomar la movilización del primer semestre, donde hubo dos paros generales exitosos. Así como no hizo nada contra la Ley Bases, ahora tampoco definió ninguna medida de fuerza para cuando se trató el veto en el Congreso. Peor aún: ni siquiera se movilizó ese día, cubriéndose detrás de una vergonzosa “libertad de acción”. Así, le facilitó al gobierno ultraderechista todas las maniobras que llevaron a ratificar el veto.
Por supuesto que esto no impidió que miles se movilizaran frente al Congreso. Allí estuvieron algunos gremios de la CGT y las CTA, entre ellos Pablo Moyano y Sergio Palazzo. Y hubo una columna independiente del sindicalismo combativo y la izquierda, entre ellos los ferroviarios del Sarmiento con el “Pollo” Sobrero a la cabeza, su secretario general y dirigente de la Corriente Sindical A Luchar, con el reclamo de paro y plan de lucha.
Que la CGT rompa la tregua y convoque a un nuevo paro general
La CGT sigue ausente, como sucede desde mayo. Ahora, lo nuevo es que su objetivo es visitar al Papa Francisco, para consultar “qué opina sobre las políticas de Milei”. Para que resulte más patético, el Papa los recibirá un día después haber recibido a la ministra Pettovello, en la clásica “diplomacia vaticana” de una de cal y una de arena. Mientras tanto, siguen los despidos y la inflación, con un gobierno que al mismo tiempo anunció congelamientos salariales, y que, ahora acaba de presentar un presupuesto de terror anunciando, además, que su política de guerra contra las y los trabajadores continuará el año próximo.
¿Qué espera la CGT? Porque las y los jubilados ya no pueden esperar, lo mismo los cientos de miles de despedidos ni las y los trabajadores que ven sus salarios licuados al límite. Por eso es fundamental denunciar la tregua de la central obrera con el gobierno y exigir desde cada lugar de trabajo que se llame a un nuevo paro general y a un plan de lucha nacional unificado de todo el movimiento obrero para derrotar la motosierra y la represión de Milei, Patricia Bullrich, el FMI y los gobernadores.
Escribe Pablo Almeida, delegado general ATE Ministerio de Economía
Que las y los trabajadores estamos en el ojo de la tormenta del brutal ajuste del gobierno ultraderechista de Javier Milei no puede dudar nadie. La inflación, los despidos y la reforma laboral son parte de una extensa lista de medidas de ataque al pueblo trabajador.
Tampoco sorprende a nadie que este brutal ajuste se pueda llevar adelante por la complicidad de distintos partidos patronales como la UCR, el PRO en el Congreso y los gobiernos provinciales del peronismo y de todos los partidos. Y fundamentalmente gracias a la tregua que las centrales sindicales le han dado al gobierno después de dos paros nacionales que demostraron por su masividad la predisposición a la lucha de la clase trabajadora de nuestro país.
En este marco se torna imprescindible fortalecer la coordinación de los sectores combativos y antiburocráticos de la clase trabajadora. Buscando la más amplia unidad en la lucha de todos los sectores que enfrenten al Plan de Milei. Es en este sentido que junto a Rubén “Pollo” Sobrero, Angélica Lagunas, Mariana Scayola, integrantes de A Luchar en la Mesa Nacional del Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC), hemos hecho un llamado a que se revitalice dicho espacio, que fundamos en junio de 2018 en el club Lanús, entre las principales representaciones que los sectores combativos y de izquierda ocupamos en el seno del movimiento obrero. En ese sentido hemos enviado una carta el 30 de agosto pasado en la que planteamos “[...]que es necesario que el PSC impulse una fuerte campaña en apoyo a todas las luchas en curso, avanzar en su coordinación y de exigencia a la CGT y las CTA de que rompan la tregua y convoquen a un nuevo paro nacional y plan de lucha. Y, fundamentalmente, queremos proponerles que el PSC organice y convoque a un nuevo Plenario Nacional abierto a todos los luchadores y sectores que quieran participar, para la última semana de septiembre”.
Esta misma propuesta la hemos llevado el pasado sábado 31 de agosto a la reunión convocada por el Sutna para organizar una concentración el próximo martes 10 de septiembre en Plaza de Mayo. Desde Izquierda Socialista y nuestra corriente sindical A Luchar venimos apoyando la lucha de los compañeros del Sutna. Por eso concurrimos a esa nueva convocatoria y vamos a marchar unidos el 10.
Pero llevamos nuestra propuesta porque desde hace mucho tiempo la dirigencia del Sutna y la corriente sindical que orienta el Partido Obrero (PO) hace convocatorias sólo desde el Sutna, dejando de lado la coordinación más amplia que tenemos desde 2018 en el PSC. Esto debilita la movilización ya que no se prepara unitariamente, cambiando opiniones entre todos los sectores combativos, para ayudar a una mejor coordinación de fuerzas. Más cuando estamos enfrentando a un gobierno de ultraderecha, sus ataques y a la pasividad de la burocracia sindical.
Pese a que algunas corrientes sindicales plantearon su acuerdo en líneas generales con nuestra propuesta, la representación del Partido Obrero, encabezada por Alejandro Crespo del Sutna e Ileana Celloto de AGD UBA, decidieron ignorar nuestra propuesta y, lamentablemente, ni mencionaron al PSC. Lo mismo se dio desde el PTS.
Desde A Luchar ratificamos nuestra profunda voluntad de coordinación de todos los sectores en lucha y por la unidad de los sectores combativos. Por eso el próximo 10 de septiembre seremos parte de la convocatoria resuelta a la Plaza de Mayo. Pero insistimos que es imprescindible revitalizar la coordinación genuina entre todas las representaciones del sindicalismo combativo, atendiendo a la realidad de cada uno de los sectores y no con llamados unilaterales. El Plenario del Sindicalismo Combativo es una construcción unitaria en la que nos referenciamos centenares de activistas, delegados, delegadas, juntas y comisiones internas, sindicatos combativos y organizaciones sociales en lucha. En su mesa nacional están representadas algunas de las luchas más importantes en curso como las de la docencia neuquina a través de ATEN Capital, la de las y los ferroviarios del Sarmiento contra la privatización, la de los trabajadores del neumático contra los despidos, la de las y los tercerizados de Aerolíneas y un largo etcétera.
Llamamos a los compañeros y compañeras de la corriente sindical del Partido Obrero a reflexionar y revertir su rumbo equivocado, que ya lleva tiempo.
* Ver Carta al PSC en: izquierdasocialista.org.ar